Los incendios forestales generan el desplazamiento de las especies que habitan en ecosistemas boscosos. Según el reporte de Bomberos de Cundinamarca, en lo que va corrido de septiembre se han registrado 69 conflagraciones en 20 municipios del departamento, afectando un área aproximada de 603 hectáreas; esto ha hecho que unas 20 especies, entre mamíferos, aves y reptiles, resulten afectadas, bien sea por la acción directa de las llamas o porque terminan desplazadas de su hábitat.
Sucede que cuando intentan escapar de las llamas, diversas especies de mamíferos, anfibios y reptiles, buscan lugares próximos a riberas de los ríos o lugares abiertos, situación que aumenta el riesgo de que sean atrapadas por personas que las llevan como mascotas o para traficarlas. El llamado de la CAR es a que estos animales sean entregados a la autoridad ambiental, para que, en las circunstancias apropiadas, sean atendidas y puedan ser retornados a sus hábitats naturales.
El reciente incendio registrado en el municipio de Nimaima, por ejemplo, ha causado la afectación a reptiles como tortugas, boas e iguanas; también a aves como búhos, lechuzas, águilas y halcones; y a mamíferos como ñeques, lapas, zarigüeyas y zorros.
Otras aves como turpiales, loros, pericos y cotorras; y felinos como ocelotes y tigrillos, son especies que también han sido afectadas por las llamas registradas en otros municipios como Ricaurte, Girardot, Paime, Nilo y Soacha.
Por lo tanto, la CAR hace un llamado urgente a las autoridades municipales y a la ciudadanía en general, para que se establezcan estrategias de prevención, vigilancia y control en el trimestre de diciembre a febrero, ya que en esta época son frecuentes las bajas precipitaciones y altas temperaturas en gran parte de la jurisdicción, por lo que no se descarta que puedan presentarse conflagraciones en diversas zonas, principalmente en las cuencas de los ríos Bogotá, Garagoa, Suárez, Negro y Sumapaz, lo que genera considerable afectación a diferentes ecosistemas como el bosque alto andino, páramos y bosque seco, en los cuales se distribuyen especies emblemáticas, entre ella Oso Andino, Nutria, Venado Soche, Venado de Cola Blanca; Tigrillos como la Oncilla, y aves como el pato andino, la tingua moteada y el cucarachero, por lo que desde ya se deben proyectar acciones en aquellas zonas donde históricamente se ha registrado mayor potencial de riesgo por incendio.
Tomado de: Sala de prensa Gobernación de Cundinamarca