Ricardo Rico, un provinciano de pura cepa, nació en la inspección de La Esperanza, pero tiempo después su familia se trasladó completamente a La Mesa; desde ahí quedó completamente conectado con el municipio.
Ricardo es hoy, uno de los pocos historiadores que tiene el municipio, ya que desde muy niño se interesó en estudiar y conocer a fondo la historia de la región, lo que lo ha llevado a conocer las realidades y las transformaciones sociales, históricas, económicas y ambientales del municipio.
Y precisamente, el estudio que tiene sobre el municipio lo ha llevado a comprender que el paisaje y sus características naturales han ido cambiando poco a poco. “Es cuando uno ve que a través del tiempo los árboles han ido desapareciendo. Hoy en día el tipo de sombra ha cambiado”.
Ricardo actualmente hace parte de un grupo de personas que buscan, a partir de sus conocimientos, crear conciencia entre los mesunos para que juntos logren recuperar una de las quebradas más importantes, La Carbonera.
Uno de los trabajos más significativos que está haciendo Ricardo con ellos, es ofrecerles a los estudiantes del colegio Departamental Francisco Julián Olaya (el más numeroso en estudiantes del municipio), charlas ambientales para que sean ellos los pioneros en esa recuperación de la quebrada. Por medio de la historia, es que Ricardo les hace comprender a los jóvenes, la importancia de cuidar su entorno. “A través de la historia también se puede ayudar, porque conociendo el pasado de la región, del municipio, de la vereda, es que se tiene una guía de qué es lo que se debe hacer por el medio ambiente, para tratar de regresar la naturaleza a su estado inicial”, les dice.
Como provinciano de nacimiento, tiene un vasto conocimiento de todo el entorno natural de la región. Cuenta que desde muy niño ha sentido la naturaleza desde su interior, tanto así, que disfrutaba de la lluvia, de las corrientes del agua, el amanecer y todos los fenómenos naturales; es por esta razón que, desde muy joven, comprendió, cuando veía que hacían explosiones de piedra para poder sacarla del lecho del río, el daño medioambiental que ocasionaría. Explica que esas detonaciones en el río Apulo por el sector de La Esperanza, produjeron el aflojamiento de los suelos, ocasionando derrumbes y la destrucción de uno de los puentes para el paso del ferrocarril.
Este conocimiento que tiene Ricardo sobre la historia del territorio, es el que quiere transmitir a las nuevas generaciones, para que sean ellas las que sepan por qué hay que cuidar su entorno y cómo hacerlo.
“Es cuando se recuerda que la naturaleza de antes fue mucho mejor. La idea es darle a conocer a la comunidad la historia de la naturaleza que hoy en día tienen y la razón de por qué está en ese estado”; preocupado afirma que ahora es el momento de hacer que las personas tomen conciencia del daño ambiental que se avecina “todo está enfocado para tomar medidas desde ya. La tierra está un caos”.
Es consciente que sus acciones son pequeñas en comparación de muchos ambientalistas, pero él cree que poco a poco las personas irán entendiendo… “Estoy seguro que he causado un despertar en algunos, sobre el respeto por la fauna y las cuencas hídricas, pero es un proceso de concientización a largo plazo (…) Difícil es transformar este mundo, cambiar la cultura que tenemos” expresa Ricardo un poco preocupado, pero convencido que con sus pequeñas acciones va a generar grandes cambios en el pensamiento de los habitantes de su querido pueblo.
Tomado de: Sala de prensa CAR