Se acerca una fecha muy esperada por los más pequeños de la casa y no tan apetecida por los padres debido al consumo desmedido de azúcar por parte de sus hijos. Hablamos con Adriana Ruiz, nutricionista y coordinadora del programa de salud y bienestar de Sodexo, quien nos reveló importantes consejos para que el Halloween no se convierta en el “terror” de la nutrición. Los disfraces, las fiestas, la recolecta de golosinas y la diversión, son comunes denominadores del mes de octubre a nivel mundial para grandes y chicos, pero, especialmente estos últimos ansían una actividad especial: el consumo de caramelos, algo que podría poner en riesgo su salud. Un consumo excesivo de azúcares, así como de sal y grasas, puede conllevar a enfermedades cardiovasculares, diabetes, obesidad, triglicéridos elevados, entre otros.
En una década, de acuerdo con cifras de la Federación Mundial de la Obesidad, en el primer Atlas de Obesidad Infantil publicado el mes de octubre del presente año, habrá más de 250 millones de personas con obesidad entre los 5 y los 9 años, de los cuales cerca de 1’600 mil serán de Colombia, evidenciando que no se le ha prestado la importancia que requiere a este tema.
Según expertos, el consumo de azúcar en infantes debe iniciarse después del primer año de vida, pero los caramelos (procesados) únicamente entre los dos y tres como mínimo, puesto que no aportan casi nutrientes al cuerpo. Además, la recomendación es que su consumo sea esporádico y en cantidades mínimas.
“Los dulces no deben prohibirse. Se debe enseñar al niño a partir de hábitos nutricionales que su consumo es eventual y no son productos necesarios en la alimentación. En cambio, se deben proporcionar ‘golosinas saludables’ como yogurt, pudín o tortas preparadas con frutas”, indica la nutricionista de Sodexo.
Tomado de: Sala de prensa Gobernación de Cundinamarca