Con tan solo 10 días de nacido, Luis Ángel tuvo que ingresar al quirófano donde le realizarían un complejo procedimiento para salvar su vida. Este pequeño padece una extraña enfermedad llamada síndrome de Pierre-Robin, la cual hace que su mandíbula sea más pequeña de lo normal y que su lengua, replegada en la garganta, le impida comer y respirar con normalidad. Por esta razón este requirió una intubación de urgencia para sobrevivir.
El caso de Luis Ángel llegó al doctor Andrés Duque, cirujano cráneomaxilofacial pediátrico del Hospital Meissen, quien, junto con un equipo de especialistas, realizó la operación. “La cirugía consistió en colocar dos dispositivos llamados distractores mandibulares, los cuales se van expandiendo todos los días alargando la mandíbula y permitiendo que la vía aérea se expanda para que el niño pueda respirar adecuadamente”, dijo el especialista, ilustrando el procedimiento que permitió devolverle la calidad de vida al joven paciente; pues según explicó, la otra opción hubiera sido una traquestomía, la cual se usa de manera permanente desmejorando la calidad de vida y manteniendo la malformación en el rostro.
Horas extenuantes fueron invertidas por los profesionales del hospital para tratar de devolverle la salud y la oportunidad de vivir una vida digna a este pequeño. Al finalizar la intervención, el doctor Duque pudo notificar a la familia: el procedimiento se realizó exitosamente y Luis Ángel pasaría a recuperación bajo estricto cuidado del equipo de enfermería y pediatría. Allí se sobrepuso y pudo salir a casa para terminar el proceso.
Tomado de: Sala de prensa Alcaldía Mayor de Bogotá
