El viaducto sobre la vía Bogotá-Villavicencio colapsó el 15 de enero de 2018 por problemas en la cimentación.
La construcción del viaducto de Chirajara, que en marzo de 2021 debería entrar en operación por diferencias entre el constructor y la interventoría hicieron imposible llegar a un acuerdo que permitiera usar la cimentación que quedó del puente anterior para avanzar con la estructura sostenida por tirantes, que diseñó la firma francesa de ingeniería Eiffage a mediados de 2018.
El puente debía ser estrenado a mediados de 2018, de acuerdo con el cronograma definido, pero no fue posible debido a que el 15 de enero de ese año una de las mitades de la obra en proceso colapsó, dejando un saldo de nueve trabajadores muertos. Meses después se decidió implosionar la mitad que quedó en pie y construir un nuevo viaducto.
Es por esto que la Agencia Nacional de Infraestructura (ANI), entidad que debe decidir el futuro del proyecto, le propuso a la concesión a cargo de la vía (Coviandes) cambiar totalmente el diseño de Chirajara para sacarlo adelante, con lo cual se demoraría 3 años más la obra.
Redactado por: Nathaly Jiménez
Fuente: El Espectador