Los estudiantes del colegio José Joaquín Casas, encontraron algo fuera de lo normal en su auditorio, pues no era material pedagógico que es lo que generalmente encontraban allí.
El auditorio fue adecuado como una sala de velación, con velas, un ataúd e incluso con un funcionario uniformado de la funeraria capilla de la Fe el cual se encontraba en la entrada para darles el ingreso a los estudiantes.
Todo esto fue parte de una campaña de “choque”, liderada por la secretaria de Gobierno, la cual va en contra del consumo de sustancias alucinógenas en los jóvenes. “Lo que queremos es concientizar a los muchachos de la importancia de que tengan su autoestima lo suficientemente alta como para no caer en el consumo”, aseguró la doctora Ana Carolina Vallecilla, sicóloga del Centro de Traslado por Protección del Municipio, dependencia de la Secretaría de Gobierno.
El ataúd fue acondicionado con un espejo de tal manera que la persona que abriera la tapa se viera a sí mismo, como si fuera el difunto o muerto. Fuera de la experiencia la campaña conto con charlas sobre, adicciones y el riesgo que incluye la presencia de esto en las instituciones y sobre todo en los estudiantes.
Tomado: Fan page Alcaldía de Chía