El pasado 15 de Agosto la Beneficencia de Cundinamarca celebro 150 años ininterrumpidos al servicio de los más necesitados. Es la única entidad de su tipo en el país que aplica un modelo de atención para la protección social a personas con discapacidad mental y cognitiva, así como a personas mayores que se encuentran cuyos derechos han sido vulnerados.
A lo largo de su historia la Beneficencia ha prestado servicios a la población más pobre y vulnerable de Cundinamarca y Bogotá en sus instituciones e, incluso, a personas procedentes de otras regiones del país.
La Beneficencia de Cundinamarca cuenta con ocho centros de protección ubicados, Sibaté, Chipaque, Bogotá, Facatativá, Arbeláez, Fusagasugá y Villeta, donde se brinda la atención a 2.117 personas mayores o con discapacidad mental y cognitiva.
La gobernación destaca el trabajo histórico de atención a población vulnerable en el periodo 1997 y 2019, lapso en el cual se han atendido cerca de 129.000 personas a quienes les han sido vulnerados sus derechos, con un costo aproximado de $440.000 millones.
Y, en lo corrido del cuatrienio han atendido más de 10.000 personas (niñez y juventud; adulto mayor, discapacidad mental) con una inversión de más de $131.000 millones de recursos propios y de transferencia.
También se resalta el empeño y la dedicación que desde cada una de sus actividades han puesto para que la Beneficencia sea un referente en atención social a la población más vulnerable y cómo a pesar de las dificultades financieras, siempre con la mayor convicción y el mayor amor para sus funcionarios, quienes entregan lo mejor de sí para que esta población se sienta bien tratada y consentida.
La beneficencia es patrimonio y orgullo de los cundinamarqueses. Son 150 años de historia protegiendo a la población más vulnerable del departamento.
Tomado de: Sala de prensa – Gobernación de Cundinamarca
