La Secretaría de Integración Social de Bogotá, comenzó el desmonte del albergue de venezolanos que desde el pasado 13 de noviembre se instaló en Engativá para atender a los migrantes que se habían ubicado en el predio El Bosque, junto a la Terminal de transporte de El Salitre.
En el transcurso de los últimos tres meses ha sido progresiva su salida del lugar. Algunos en busca de alternativas han migrado a otras ciudades y países, mientras que los que lograron formalizar su situación en la ciudad consiguieron trabajos y nuevos lugares para vivir.
Dentro del albergue ya hay pocas carpas. De las más de 40, junto a los dos hangares que se ubicaron al principio quedan un poco más de 25 en el que se han distribuido las cerca de 140 personas que aún viven en el lugar.
La reducción ha llevado a que se hayan redefinido las normas, por lo que en los últimos días se les ha prohibido cocinar dentro del campamento, mientras que algunos han aprovechado las condiciones para establecer ventas informales dentro del lugar.
A partir de esta semana, se comenzaron las socializaciones con los migrantes para garantizar su traslado. En los casos de familias con niños o madres gestantes se realizan acuerdos con entidades y fundaciones privadas para garantizar condiciones tras el cierre del campamento. En cuanto al predio, el Distrito se comprometió a recuperarlo con el fin de no generar mayores traumatismos para las personas que residen en la zona.
Fuente: El Tiempo.com