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CAR y Embajada de Países Bajos inician Vigilancia Ambiental

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¡Desde el enfoque “Una sola salud”!

Como parte de una alianza estratégica entre la Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca (CAR) y la Embajada de los Países Bajos, se dio inicio a la implementación del Protocolo Triciclo, una iniciativa global liderada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) con el enfoque de “Una sola salud”, que busca abordar la creciente amenaza de la resistencia a los antimicrobianos (RAM).

Este piloto, que comenzará en la cuenca del río Bogotá, representa un paso significativo en la vigilancia ambiental de bacterias resistentes, utilizando como indicador la presencia de la bacteria Escherichia Coli resistente a antibióticos, identificada a través de muestras de aguas residuales y cuerpos hídricos contaminados por actividades industriales y agrícolas.

En el marco del proyecto, la embajadora de Países Bajos, Reina Buijs, hizo entrega formal de un conjunto de insumos al director general de la CAR, Alfred Ignacio Ballesteros, para fortalecer las capacidades del Laboratorio Ambiental de la entidad en la aplicación de estos testeos.

“El propósito es obtener información confiable que nos permita conocer los riesgos actuales en nuestras fuentes hídricas y así estar mejor preparados para minimizar los impactos sobre la salud humana”, señaló, destacando el valor de este piloto como referente para otras autoridades ambientales del país.

La implementación del protocolo reconoce la interconexión entre la salud humana, animal y ambiental, promoviendo acciones coordinadas y sostenibles que respondan al fenómeno de la RAM. El estudio busca generar resultados estadísticamente sólidos que permitan evaluar la propagación de bacterias resistentes, contribuyendo a fortalecer los sistemas de vigilancia ambiental, sanitaria y epidemiológica.

Con esta acción, la CAR asume un rol protagónico en la incorporación de nuevos métodos de análisis microbiológico dentro de sus procesos institucionales, reafirmando su compromiso con la ciencia, la protección de la biodiversidad y la salud pública.

“Este tipo de proyectos evidencian la necesidad de políticas públicas basadas en evidencia científica, así como el fortalecimiento del talento humano técnico y sistemas de información sólidos que articulen esfuerzos entre los sectores ambiental, agrícola y sanitario”, concluyó Alfred Ballesteros.

Este proyecto pionero marca un hito en la cooperación internacional para la sostenibilidad y abre nuevas rutas para la gestión integral de los riesgos emergentes que enfrentan los ecosistemas y las comunidades de Cundinamarca.

Información de: La CAR.