A pesar de la presencia de la COVID–19 y los cambios que ha traído, la Beneficencia de Cundinamarca ha mantenido la normalidad en las rutinas de las personas con discapacidad mental y cognitiva gracias a al trabajo de sus funcionarios y de la red de apoyo. Así, siguen sin cambios los horarios en su alimentación, autocuidado, talleres, descanso, ocio y, con la ayuda de las herramientas digitales, mantienen contacto virtual con el propósito de fortalecer los vínculos familiares y sociales.
Lo anterior permite que los niveles de ansiedad y estrés se mantengan dentro de los parámetros de normalidad y, aunque se han flexibilizado las normas de aislamiento y confinamiento, se hizo necesario establecer con todos los protocolos de bioseguridad, espacios y horas de ejercicio o caminatas para evitar un aumento en discapacidades física, favorecer la salud mental y emocional de las personas.
Para la Beneficencia de Cundinamarca lo más importante en esta época de pandemia es no desconocer y atender de forma integral las necesidades físicas y emocionales que tienen las personas internas en su centro.
Tomado de: Sala de prensa CAR