La langostilla de río o cangrejo rojo es un espécimen originario de Noteamérica, puntualmente del estado de la Florida. Este animal. Fue traidoincialmente del Valle del Cauca para el cultivo y aprovechamiento comercial y desde allí se fueron dispersando estos individuos hasta llegar a Bogotá.
La presencia de especímenes silvestres en parques metropolitanos o humedales de la ciudad es una problemática identificada por la Secretaría de Ambiente. La langostilla de río tiene un ciclo reproductivo muy rápido, es altamente adaptable a diferentes ecosistemas, agresiva e invasora, y desplaza y afecta a poblaciones nativas como el cangrejo sabanero.
Estas especies ocupan ecosistemas naturales diferentes a los propios, se caracterizan por tener una dieta amplia y variada, y se reproducen con facilidad. Además, compiten por el alimento con especies nativas o silvestres, y son transmisoras de enfermedades para otros especímenes. El consumo de su carne, sobre todo en plazas de mercado y puntos callejeros (arrechón, berraquillo y demás bebidas “afrodisíacas”), representa un riesgo para la salud, debido a la presencia de bacterias y microorganismos.
Desde la Secretaría de Ambiente se adelanta un protocolo de manejo que busca obtener como resultado una resolución aplicable en toda la ciudad y, de esta manera, controlar dicha especie exótica. Adicionalmente, con el IDRD, la autoridad ambiental está trabajando para identificar lugares de presencia y alternativas para su manejo, en el marco de la normatividad ambiental.
En caso de que se encuentren un cangrejo de este tipo, las personas deben evitar su manipulación directa, no arrojarle objetos que puedan lastimarlo, no cogerlo y no suministrarle alimento.
Tomado de: Sala de prensa Secretaría de Ambiente