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Conozca el proyecto con el que Bogotá transforma residuos orgánicos en abono

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¡Bogotá pone de su parte en el compromiso con el medio ambiente dentro del territorio!

Desde la Unidad Administrativa Especial de Servicios Públicos (UAESP) inició un proyecto en el que se transforman residuos orgánicos en abono. Desde cáscaras de frutas, restos de vegetales y comidas y otros residuos orgánicos, están siendo aprovechados para ser convertidos en abono para el suelo y la siembra de plantas en la capital del país.

Este es un plan piloto, parte de la economía circular, que busca crear oportunidades económicas mientras se ayuda al planeta con la iniciativa. Este proceso inicia con la recolección de los residuos orgánicos que disponen diferentes conjuntos residenciales y comercios de frutas y verduras en varias zonas de la ciudad.

Actualmente, Bogotá genera 3.440 toneladas diarias de residuos, donde el 51% de ellos son de tipo orgánico. Este proyecto busca aprovechar la gran producción de los residuos que producen los hogares capitalinos, mientras se dan oportunidades de empleo, se hace un bien al medio ambiente y se ayuda a descongestionar al relleno sanitario de Doña Juana. 

La recolección de estos residuos se da de dos maneras específicas. La primera de estas es en la localidad de Suba, donde la UAESP recoge residuos orgánicos de 44 comercios de frutas. La segunda se da en la localidad de Usaquén, apoya una organización de recicladores que recolecta los residuos de 1.200 usuarios residenciales de la zona y los pozos de café de 340 cafeterías.

Estos residuos recolectados son llevados a dos plantas de tratamiento de la capital, la de Mochuelo Bajo y la otra, en la localidad de Usaquén. Estas plantas son operadas por organizaciones de recicladores de la capital.

Es así como, para finalmente convertir estos residuos en abono, pasan por un proceso en el que se les agrega cal para mitigar los malos olores. Una semana después estos son oxigenados por medio de mangueras de aire y son revueltos manualmente.

Una vez terminado este proceso y ya teniendo el abono, se procede a comercializarlo por la capital para así generar un beneficio económico con ello. Se traslada a las áreas de recuperación forestal de la capital del país, específicamente, para su venta. 

Así, se contribuye al impacto ambiental de la gran cantidad de basura que Distrito produce, mientras se generan empleos y ganancias monetarias. Un paso más cerca del cumplimiento al compromiso con la ciudadanía y el medio ambiente.

Información de: Alcaldía de Bogotá.