Los efectos de la temporada seca tienen en vilo a las comunidades de la cuenca baja del río Bogotá, quienes ruegan para que llueva en la región y los ríos retomen sus caudales. Y no es para menos, pues reportes del Centro de Monitoreo Hidrológico y del Clima de la CAR, han dado cuenta de que las fuentes hídricas no alcanzan a suplir ni el 30% de la demanda total en la zona. Las condiciones hidrológicas que presentan quebradas y ríos que abastecen a municipios como La Mesa, Apulo, Cachipay, Viotá, Zipacón, Anapoima, El Colegio y Tocaima; permiten concluir que la mayoría de sus cauces se encuentran secos, los pocos que registran caudal se consideran demasiado bajos y la probabilidad de continuar descendiendo es bastante alta, debido a que aún faltan varios días para que concluya la temporada seca.
Funcionarios del Centro de Monitoreo de la CAR explican que la situación se ha intensificado en esta época del año, debido a que durante el mes agosto se acentuó la temporada seca en la cuenca baja del río Bogotá, condición que se ha prolongado en las dos primeras semanas de septiembre. Prueba de esta situación es que las lluvias acumuladas alcanzan solo el 25%. Las esporádicas lluvias, sectorizadas y de baja intensidad, no han incidido positivamente en la recuperación de las corrientes hídricas. En general, el volumen de agua caída no supera el 20% del aporte normal de la precipitación para el bimestre, lo que indica un déficit del 80%.
En Anolaima, municipio donde su única fuente de abastecimiento es el río Bahamón, la comunidad califica como un caos la situación que se presenta, ya que, en las viviendas de más de dos pisos, hace una semana no ha sido posible contar con el líquido. Se prevé generar un acuerdo con los acueductos veredales para captar agua por turnos y alivianar la situación.
En Viotá, donde el Consejo Municipal de Gestión del Riesgo de Desastres prepara la declaratoria de la alerta roja, la única fuente aún con flujo de agua es el río Calandaima. Allí las fuentes alternas como el río Lindo, el Ruisito, La Pilama y La Sanjuana llevan varios días completamente secos. Se estima apaciguar la emergencia consiguiendo el suministro del agua desde Bogotá, adelantándose a la sequía total del Río Calandaima.
Mesitas del Colegio, también declarada en alerta naranja, ha pasado de tener 26 litros por segundo de la Quebrada Santa Martha a tan solo 3 l/s. El plan de choque allí es lograr que entre las 6 de la mañana y 6 de la tarde, acueductos veredales cierren sus bocatomas, mientras que, en el horario contrario, cumpla la misma función el acueducto del municipio.
En el caso de La Mesa, municipio que se abastece de la Quebrada La Honda de Tena, el caudal bajó de 60 litros por segundo a 20 l/s. Siendo necesario racionar el suministro de agua a una vez cada 12 días para el área urbana, mientras que en la zona rural, la cobertura se realiza con carrotanques y camionetas, ya que la presión no es suficiente para cubrir especialmente la parte alta de la población.
En Anapoima, también cubierta por la quebrada La Honda, la situación está siendo mitigada a través del Embalse del Club Mesa de Yeguas que, mediante bombeo, está prestando el servicio al casco urbano. Por su parte, la empresa de acueducto y alcantarillado Aguas del Tequendama, informó que en convenio con el acueducto “Acuaesperanza”, a diario se obtienen de 40 mil a 60 mil litros en carrotanque, los cuales se distribuyen entre barrios y veredas de las dos poblaciones.
En septiembre concluye la temporada seca en esta zona, sin embargo, solo hasta octubre se esperan precipitaciones importantes y la consolidación de la segunda temporada lluviosa, la cual se extendería hasta la primera mitad de diciembre. Según predicciones elaboradas por expertos del Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales-DEAM, los valores para este periodo (septiembre-noviembre), probablemente estén entre normal y por debajo de lo normal.
Tomado de: Sala de prensa CAR