Mientras que la alcaldesa está en desacuerdo con la operación de Corabastos, analista del sector económico asegura que está equivocada.
Recientemente la alcaldesa de Bogotá Claudia López, en su cuenta oficial de twitter, manifiesta su opinión acerca del funcionamiento de Corabastos recalcando el enorme riesgo del cual se exponen los trabajadores por la aglomeración, puesto a que es un “factor constante de transmisión de contagio”.
Por su parte, López no solo presenta un argumento, pues afirma que allí se dan el lujo de extorsionar cada semana a los campesinos a ver quién les paga menos porque no tienen otro canal. Asimismo, se tocaron temas, en los cuales se subraya supuestos intereses de grupos copartícipes al microtráfico.
No obstante, en rueda de prensa el gerente de Corabastos Mauricio Arturo Parra defendió su postura con respecto a las afirmaciones que la mandataria había hecho sobre el microtráfico.
“La extorsión en esta superficie se acabó hace unos 8 años, cuando se desmantelaron algunos grupos que se dedicaban a este delito, hoy hay presencia permanente de autoridades de seguridad como el Gaula y la Sipol”, expresó Parra.
Ante el dilema de la continuidad en la producción, o el cierre de la plaza de mercado el analista económico Aurelio Suaréz habló al periódico El Tiempo, indicando que la alcaldesa se equivocó al darle una categoría reprensible a Corabastos. Pues cerca de 11.000 toneladas de alimentos que llegan cada día a Corabastos y por medio de estas, un 80 por ciento son producidas a menos de 300 kilómetros de Bogotá.
“Se equivoca por algo que se desconoce mucho en Bogotá y es que el 75 por ciento de quienes tienen puesto en Corabastos también son productores. De los cerca de 5.000 comerciantes, por lo menos 3.500 son productores, ¿entonces son extorsionistas contra sí mismos?”, habló Suárez, a El Tiempo.
Información de: El Tiempo.com
Redactado por: Ingrid Nieva
