En campaña, la alcaldesa de Bogotá, Claudia López, insistió en que, de ser elegida, no subiría el costo de los pasajes de TransMilenio ni de los buses zonales (azules). Sin embargo, algunos hechos ocurridos antes de terminar el 2019 le plantearon a la mandataria un espinoso panorama para poder cumplir con esa promesa. Por un lado, el exalcalde Enrique Peñalosa fue directo al sugerirle a López que el aumento de la tarifa para el 2020 debería ser de 100 pesos.
“Hay que hacer ajustes periódicos porque los costos suben. En el caso del sistema de transporte, el costo en gran medida es influenciado por la importación”, manifestó en su momento Peñalosa, quien agregó que de no subir el pasaje se tendrían que destinar recursos de impuestos que están asignados a educación o salud.
En esto coincidió la exgerente de TransMilenio María Consuelo Araújo durante la presentación del primer bus eléctrico del SITP, de la flota de 483 que empezarán a operar en el segundo semestre del 2020.
“Es responsable para la administración que llega recordarle que todo sube, suben los salarios de las personas que colaboran con la prestación del servicio, los combustibles. Tendrá que haber ajustes tarifarios que están ligados a los costos del sistema de transporte público”, dijo la exfuncionaria, quien también había manifestado que no hacer estos ajustes podría generar un déficit adicional de 100.000 millones al sistema de transporte en el 2020.
La primera propuesta concreta para evitar el aumento de los pasajes del SITP y TM, que entre el 2016 y el 2019 subieron 600 y 700 pesos, llegó desde el Concejo de Bogotá.
La bancada del partido Colombia Justa y Libres le envió una carta a la alcaldesa en la que le sugiere “realizar una modificación presupuestal que tenga como objetivo destinar recursos adicionales del balance del Fondo de Estabilización Tarifaria (FET), los cuales, según informes de la Secretaría de Hacienda (…), están disponibles para cubrir las necesidades del servicio y así evitar el alza”.
Por su parte, Darío Hidalgo sugiere, para no subir el pasaje, mayor nivel de subsidio.
“El presupuesto 2020 (aprobado por decreto en la administración pasada) contempla un aumento de 100 pesos, equivalente a más o menos 115.000 millones de pesos. La armonización presupuestal puede contemplar reasignación de recursos para ese efecto”, señaló Hidalgo.
Edder Velandia, experto en movilidad sostenible, sugirió que no subir el pasaje es una medida que puede considerarse este año por la alcaldesa, mientras se conoce el estado real de las finanzas del sistema y los acuerdos firmados con los operadores a los que llegó el exalcalde Peñalosa.
“La administración debe tomar medidas para controlar la evasión, donde se pierde cerca de 15 % de los pasajes, con mayor presencia de la autoridad, con cultura ciudadana y presencia de funcionarios del sistema”, agregó Velandia, quien agregó que la alcaldesa debe revaluar la forma como se presta el servicio y sus costos; buscar alternativas de ingresos desde el vehículo particular como el parqueo en vía, la sobretasa a los parqueaderos y los peajes urbanos.
Finalmente, Ómar Oróstegui, director del programa Bogotá Cómo Vamos, dijo que, ante la alta insatisfacción de los ciudadanos con el servicio de transporte público, “el incremento del costo del pasaje sería un asunto sensible”.
Sugirió cuatro alternativas para la administración. “Postergar el incremento del pasaje mientras mejora los inconvenientes en el transporte público, incrementar el costo gradualmente durante el año y no en un solo momento, revisar la estructura de subsidios y modificarla o no subir los pasajes y compensar el desbalance financiero con recursos de otros sectores”.
Tomado de: El Tiempo