Por: Javier Urrego Jiménez
Muchos años después Mosquera había de recordar aquella remota tarde en que el Festival Iberoamericano de Teatro se presentó en sus tierras. Mosquera pudo asistir a el que es hoy por hoy uno de los festivales de teatro más importantes del mundo. El iberoamericano reúne cada año a alrededor de dos mil artistas de más de 40 países que se dan cita para mostrar sus puestas en escena de todo tipo.
Mosquera no es una localidad de Bogotá pero este año se la jugó como una. Gran afluencia de público ha venido desde todos los barrios a contemplar con asombro (como quien conoce por primera vez el hielo) las puestas en escena de compañías de Bogotá, de Pereira y de México. Con un teatro al aire libre en que se transpira teatro. Y ninguna circunstancia atmosférica impide que los habitantes de Mosquera puedan disfrutar de las obras que se vienen a presentar en las “tablas” del parque biblioteca.
Sin duda alguna este año Mosquera ha dado una gran sorpresa al poder integrarse a esta fiesta de la cultura: y todo solo por hacer lobby. Sin soslayar el trabajo conjunto que viene haciendo los gestores encargados de las escuelas y del área cultural del municipio, claro está. Porque nunca antes Mosquera había podido desfilar codo a codo con las comparsas tradicionales que abren el festival. Porque estamos teniendo muestras de cosmopolitización de estos pequeños pueblos que crecen de manera acelerada: si es por la cultura todo esto vale la pena.