Científicos del Programa Antártico de Australia encontraron que entre el 23 y 26 de enero las temperaturas máximas superaron los 7.5 grados celsius. Mientras el mundo entero despliega una batalla incesante contra el virus SARS-CoV-2, el calentamiento global no da tregua. Recientemente, el Programa Antártico de Australia informó que en enero la Antártida registró su primera ola de calor. Además, explicaron los daños a largo plazo que tendrá este fenómeno en animales, plantas y los ecosistemas de las zonas.
La estación Casey en la Antártida registró durante el verano austral 2019-2020 su primera ola de calor, temperaturas récord que también se habían detectado en la Península Antártica. Los datos, explican los científicos, fueron recolectados entre el 23 y 26 de enero de 2020. “Entre el 23 y el 26 de enero se alcanzaron las temperaturas máxima y mínima más altas registradas en la estación Casey durante tres días consecutivos”, dicen los expertos. Las temperaturas mínimas estuvieron por encima de cero mientras que las máximas superaron los 7.5 grados celsius.
Además, aseguran los científicos en el diario Global Ghange Biology, el 24 de enero registró la temperatura más alta nunca antes alcanzada, con 9,2 grados celsius, lo que supone un aumento de 6,9 grados más que el anterior máximo alcanzado. Las temperaturas récord también rompieron los datos de las bases de la Península Antártica en febrero, con una media diaria mensual de entre 2 y 2,4 grados celsius.
“Podemos esperar un sinfín de impactos biológicos en los próximos años que ilustrarán como el cambio climático está impactando incluso en las áreas más remotas del planeta”, asegura la investigación.
Tomado de: Diario El espectador