Habitantes de los conjuntos Labranti, del municipio de Mosquera y Altos del Gualí, de Funza, han tenido que soportar por varios años los malos olores y vectores provenientes del canal Labranti, cuya longitud es de 150 metros y desemboca en el Humedal Gualí. Se contruyó un canal para dar salida a las aguas lluvias de estos dos municipios, sin embargo las quejas de los residentes continúan y ahora dicen tener problemas de salubridad.
Frente a esta situación, la Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca – CAR exhortó a las administraciones de ambos municipios a revisar las causas, pues al ser un canal de aguas lluvias, éste no debería generar ningún tipo de olor. En este sentido, la Alcaldía de Funza inició un seguimiento, a través del cual fueron detectadas más de 30 conexiones ilegales de vertimientos al tubo de aguas lluvias, causando no solo los malos olores sino contaminación al humedal. No obstante, el problema persiste, por lo que la autoridad ambiental impuso medida preventiva y abrió un expediente sancionatorio al municipio.
Para dar solución a este problema, se desarrolló un comité entre la CAR, la Gobernación de Cundinamarca, las alcaldías de Funza y Mosquera y Empresas Públicas de Cundinamarca EPC, en la cual se anunció una obra de canalización y cerramiento del canal, para la cual el gobierno departamental asignó recursos por $1’056 millones de pesos, se espera que la licitación quede lista a finales de este año.
Fuente: Oficina Asesora de Comunicaciones CAR
