En muchos lugares de la jurisdicción de la CAR, entre los que se encuentran las partes altas de San Juan de Rioseco y municipios vecinos, así como Chiquinquirá y los municipios de Beltrán y Puli hacia el Cerro del Tabor, se ha observado con preocupación que pobladores de las diferentes veredas emprenden cacerías nocturnas de las aves rapaces.
Por esta razón, la Corporación hace un llamado a la comunidad para evitar la caza de estas aves que año a año llegan a nuestro país, ya que esta acción puede afectar gravemente los recorridos mundiales de dichas especies y los ciclos ecológicos que representan sus migraciones para los ecosistemas.
La importancia de conservar las aves migratorias se relaciona con los servicios ecosistémicos que le prestan al ser humano y a la vida del planeta, como lo son la regeneración de los bosques por la dispersión de semillas y con ello la regulación para la disponibilidad de agua. Adicionalmente tienen un efecto directo como controladores de poblaciones como ratones e insectos y, no menos importante, contribuyen con la polinización de las flores para la fructificación de plantas y árboles.
Tomado de: Sala de prensa CAR