Milán Julieta Rivas García es una soachuna de nacimiento y crianza, estudiante de grado once del Liceo Moderno American School de Soacha. Tiene una trayectoria en música clásica exitosa, y promete cultivar su talento y dejar en alto el nombre de la ciudad que le ha dado todo. Ama tocar violín, violonchelo y piano, y hoy hace parte de la Orquesta Filarmónica de Bogotá, gracias a sus clases que le brindó el municipio en la Casa de la Cultura y el apoyo de sus padres.
Dice que el arte también es una opción de vida, por eso Julieta empezó a tocar el violonchelo con el maestro Guillermo Escobedo en el 2015 cuando tenía once años de edad. «Fue una experiencia chévere porque antes de este instrumento tocaba el violín y como en la banda no era una especialidad, opté por el violonchelo; fue satisfactorio puesto que eran clases gratis y de buena calidad. Yo representé la banda sinfónica de Soacha, estuve por dos años allí».
Afortunadamente la profesora de violonchelo, Ana María Arango, de la universidad Pedagógica de Colombia donde estaba en la orquesta de cursos de extensión universitarios, habló con la menor para que se integrará en la Orquesta Filarmónica pre juvenil de Bogotá. Fue así como en julio del 2017 Julieta se incorporó al Teatro Taller Filarmónico de Bogotá, en donde estuvo en la selección exhaustiva de 80 jóvenes, de los que escogían 10, y ella alcanzó el umbral.
«Ha sido muy chévere, fue mi primera experiencia tocando en una orquesta filarmónica con instrumentos de cuerda y viento, además he conocido a maestros de otros países, muchos son de la Orquesta Filarmónica de Bogotá, incluso Iván León, integrante de la filarmónica de Colombia”.
A partir de estas oportunidades de vida, Julieta ha pisado grandes escenarios como el Teatro Mayor Julio Mario Santo Domingo, representando a Soacha; Gimnasio Moderno del Norte, Teatro Jorge Eliecer Gaitán, Teatro León de Greif, Museo Nacional, universidades Javeriana y Distrital, entre otros.
Dentro de las expectativas a futuro están hacer parte de una orquesta de alto rendimiento, incursionar a nivel internacional y a largo plazo dirigir esas orquestas como maestra. Para alcanzar estos sueños en el arte de la música clásica, ella siempre ha contado con el apoyo de sus padres. “Para nosotros es importante explorar qué tipos de talentos y aptitudes puede tener nuestra única hija, este tema es desde niños, pues deben hacer de su tiempo libre un buen uso. La recomendación es mantener a los muchachos ocupados y el arte es una formación complementaria a la educación de niños y jóvenes para desarrollar sus capacidades a mayor escala, con el fin de que se sientan a gusto con lo que hacen”, concluyeron Yenny García y Anderson Rivas, padres de Julieta.
Tomado de: Sala de prensa Alcaldía de Soacha