Durante un operativo realizado en la vereda el Chingacío del municipio de Chocontá, la CAR Cundinamarca en conjunto con la Policía del departamento, logró evidenciar en flagrancia el vertimiento de líquidos peligrosos que estaban siendo descargados al río Bogotá, producto del proceso de curtido de pieles y sin ninguna autorización por parte de la autoridad ambiental. En tal sentido, y buscando evitar que continúe la afectación, se procedió con la suspensión del vertimiento y la imposición de la medida preventiva.
Desde el mes de febrero de 2018 la autoridad ambiental habría encontrado méritos para abrir un expediente de carácter sancionatorio en contra de este mismo infractor, e iniciar la investigación por el presunto incumplimiento de la normatividad ambiental. En 2019, el Tribunal de Cundinamarca a través de la Magistrada Nelly Yolanda Villamizar, ordenó la suspensión de actividades en esta y otras curtiembres, por lo cual este nuevo hallazgo constituye un desacato a una orden judicial y un incumplimiento a las medidas preventivas impuestas por la CAR Cundinamarca, constituyéndose en un agravante dentro del proceso sancionatorio que cursa en su contra.
La Corporación reitera el llamado a los curtidores que operan en la jurisdicción sin los instrumentos ambientales necesarios, invitándolos a legalizarse y evitar sanciones que, según lo indicó Clara Patricia Álvarez Medina, líder de la Unidad Integrada de Gobernabilidad Ambiental – UIGA de la CAR, pueden ir desde cuantiosas multas y decomisos, hasta el cierre definitivo de estos establecimientos, debido a la grave afectación que causan a las fuentes hídricas los vertimientos generados por esta actividad.
Tomado de: Sala de prensa CAR