Los indígenas del sur de la Amazonía colombiana envían carne de monte para miembros de sus comunidades la capital de Amazonas. Ellos aseguran que es parte de su tradición y ancestralidad. Sin embargo, la caza y la comercialización ilegal de la carne puede convertirse en un problema de salud pública y en una amenaza para el equilibrio en las selvas amazónicas.
Sin embargo, así se trate de tradición alimenticia ancestral esto puede convertirse en un problema de salud delicado y esto genera tensiones entre autoridades y comunidades, “Por muchos años nosotros hemos cazado animales de monte para poder comer, la caza nos lleva muchas horas, incluso días, pero es necesario porque es dentro de lo poco y nutritivo que tenemos dentro de nuestras comunidades. Es una tradición que mi padre aprendió de mi abuelo y yo adopté toda la experticia para llevar carne a mi familia. También nos reunimos entre compañeros y nos distribuimos por partes iguales y enviamos a nuestros hijos para que coman en Leticia”, asegura el cazador.
Transportarla y consumirla por fuera de la jurisdicción indígena está prohibido por razones ambientales y de salud, “Al consumir carne de la cual no se sabe su origen y su estado sanitario se corre el riesgo de consumir carne en mal estado o contaminada. Existen muchas enfermedades asociadas con intoxicación alimentaria que generalmente están asociadas con bacterias, parásitos, hongos y mohos, algo muy común en carnes frescas, crudas que no han tenido buenas prácticas de higiene en su manipulación ni cadena de frío.
Tomado de: El Espectador