El rocío de la lluvia cae sobre las hojas de los árboles del humedal Neuta como sinfonía natural. Los pájaros se unen en armonía con la medolía que las corrientes de aire batuquean sin cesar. Así suena uno de los humedales más icónicos del territorio CAR. Y no es para menos, este ecosistema de 41 hectáreas se ha convertido en el ejemplo de recuperación ambiental en la jurisdicción.
Escondido entre el paisaje de cemento y ladrillo de las comunas 1 y 2 del municipio de Soacha, colindando con los barrios Bosques de Zapan, Ducales y Quintas de la Laguna, a unos 40 minutos de la capital bogotana, se ubica el humedal Neuta, un cuerpo hídrico que desde hace cuatro años ha sido intervenido para su recuperación, gracias a un proyecto que adelanta la CAR Cundinamarca denominado Plan Padrino de Humedales. Esta estrategia busca la vinculación del sector privado para la conservación de estos ecosistemas. Fue así como, con apoyo de Vidrio Andino, Constructora Bolívar, Sygla Colombia y Pavco, hoy el Neuta cuenta con 19 hectáreas de espejo de agua.
Han sido jornadas de trabajos extenuantes, labores con maquinaria para limpieza del espejo de agua, inversiones millonarias, técnicas y humanas las que han hecho que hoy el humedal se vea verde y limpio, después de años de olvido ciudadano, descuido, basuras y problemáticas sociales como la inseguridad.
Fue precisamente esa pujanza por la restauración del ecosistema la que llevó a Vidrio Andino a soñar junto a la CAR con un mariposario para el humedal, pues gracias al proceso de recuperación, el Neuta ya cuenta con un aula ambiental, un vivero, huerta, banco de semillas, senderos para caminatas ecológicas y millones de aprendizajes los que llenan de orgullo esta iniciativa, faltaba llenarlo de colores voladores, cual cereza en el helado.
Como si se tratara de un artista dando sus toques finales para una obra maestra, esta empresa (Vidrio Andino) se puso la tarea de proponer un área destinada a la exhibición y disfrute de mariposas, haciendo del Neuta un referente ambiental rico en diversidad.
La estructura ya está montada, son 100 metros cuadrados donde se espera tener 1.000 mariposas, las cuales se empezarán ver volar a finales de 2019.
“Lo que queremos es mantener un espacio de educación para las comunidades, que el mariposario se convierta en un área que ayude a mantener y cuidar las especies polinizadoras, mitigando los efectos del cambio climático”, afirma uno de los representantes de Vidrio Andino, sentado en una banca del aula ambiental, la misma que montaron como zona de intercambio de saberes en torno al cuidado de los recursos naturales.
Los esfuerzos por el ecosistema continuarán, pues también se hacen siembras, por lo que hoy hay cerca de 5.500 árboles que siguen llenando de vida al humedal insignia de Soacha, el Neuta.
Todo esto ayuda a seguir soñanado y viendo hecha realidad la magia de un proceso de apadrinar, apostarle al cuidado ambiental y la preservación, porque la sostenibilidad paga y en Neuta así se evidencia.
En unos meses Soacha tendrá un rincón donde los destellos del sol acariciarán las alas de hermosas mariposas, nutriendo de vida un humedal que renace y se fortalece tramo a tramo con acciones que van contruyendo los peldaños de la cara verde del municipio.
Tomado de: Sala de Prensa CAR